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13 enero, 2005 a las 4:19 pm #283801
Academia Opositas
Participantebonita tarde opositoresssss
Hace mucho, mucho tiempo, la luna era de color azul. Era el tiempo de los juegos en el cielo, de cometas brillantes, y de estrellas fugaces, que iban surcando la atmósfera, mientras la luna escuchaba historias de amor de labios del sol, y las estrellas titilantes, sonreían al ver a la luna, prendada de esas historias.
En la tierra, existían árboles grandes, que casi llegaban al cielo, y volcanes inmensos, cuya cima le hacía cosquillas al firmamento.
Uno de estos volcanes, se enamoró de la luna. La veía durante el día, escondida entre las nubes, y por las noches, allí estaba ella, esperando la nueva historia del Sol.
El volcán trataba de hacerse ver por la luna, pero ésta le ignoraba. La luna estaba locamente enamorada de las historias del sol, y no tenía más ojos que para estar con él.
El volcán furioso por no ser correspondido por la luna entró en erupción. Echó lava y fuego, y cubrió el cielo con ceniza. Quería ahogar la luz del sol, y que éste, ciego, no pudiera ver más a su enamorada.
El volcán levantó olas gigantescas, para intentar apagar el sol, pero no lo logró. En cambio si barrieron las islas que había alrededor del volcán, haciéndolas desaparecer bajo el mar.La ceniza permaneció en el cielo durante días, provocando que la luna desapareciera, asustada, y se quedara pálida del susto.
Cuando todo se calmó, el sol llamó a la luna para que volviera a escuchar sus historias, pero ésta decidió que sólo saldría de noche, para que los humanos no la culparan de la explosión del volcán.
Así, hoy en día, aparece como luna llena sólo una vez al mes. Pero de vez en cuando, para recordarle al volcán que no haga más daño, aparece una segunda vez en el cielo, y de color azul.
Como recuerdo de lo que fue un día.
saluditosss 😉
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