fbpx

¡Cómo hemos cambiado!

¡Buenas tardes, opositores!

Volvemos hoy con una entrada muy especial y es que su título ya incita a su lectura. ¡Cómo hemos cambiado! así titula la bloguera de Oposito pero existo su nueva entrada, la cual será la última con la que nos deleite en este año 2018. Os invito, como siempre, a leerla.

¡Felices (y productivas) Fiestas!

 


 

¡Hola a todos! Estamos a final de mes y además final de año y creo que es el momento idóneo para hacer balance. Balance de este 2018 y por qué no también de lo que llevamos de oposición pero empecemos por partes.

Respecto a este año, siento que he avanzado mucho. El cambio de preparadora supuso un empujón muy fuerte en la oposición. La motivación del cambio, al cabo de pocos meses, como un globo que se deshincha, dio paso a una desmotivación tremenda pues a medida que pasaban las semanas, cada vez con más frecuencia me preguntaba a mí misma qué había estado haciendo todo este tiempo antes del cambio. Tuve que resetear todos los temas de mi cerebro. Varias veces he pensado en tirar la toalla pues sentía que había estado perdiendo el tiempo durante varios años de mi vida, y cuando a la oposición se refiere, esa pérdida se siente mayor. Pero la confianza de mi preparadora en mí, con varios días de lágrimas en su despacho, ha hecho que aquí siga al pie del cañón.

No sé si todo este esfuerzo tendrá la ansiada recompensa pero sí me siento más fuerte que antes. No sólo he hecho el primer ejercicio, sino también el segundo y el tercero; y aunque la oposición es un pasito a pasito, el hecho de haberlo abarcado todo durante un tiempo, da una seguridad de cara al futuro que es difícil de explicar.

2019 se presenta lleno de completos y con EL EXAMEN. Crucemos los dedos para que todo vaya bien y os pueda ir contando las alegrías de los aprobados hasta conseguir la plaza.

Y respecto a la oposición en general, los que acabéis de empezar a opositar, apenas habréis notado diferencia en vosotros mismos, pero los que llevamos un poco más de tiempo sí y seguro que muchos os sentís identificados en mis palabras.

La oposición es toda una lección de vida. Consigamos aprobar o no, nunca volveremos a ser los de antes. En mi universidad se decía que los opositores, hubiesen aprobado o no, eran unos desequilibrados, y no sé hasta qué punto hay de cierto en ello, tendría que preguntar a mi familia.

Lo que sí es cierto es que la oposición nos cambia. Y nos cambia porque valoramos y aprendemos a valorar cosas que antes no hacíamos. Le damos importancia a lo que realmente la tiene y lo relativizamos todo mucho más. La María que escribe estas líneas ahora no es la misma María que empezó a opositar recién licenciada con 23 años (soy del plan antiguo, el de licenciatura).

Aprendemos a valorar el tiempo. Cada rato libre, cada momento de no estudio tiene una importancia que posiblemente antes no la tenía. Al principio el día libre lo quería aprovechar para hacer todo aquello que no podía hacer durante la semana debido al estudio, pero las preferencias cambian y ahora el día libre lo prefiero pasar tranquila, en casa descansando, leyendo un buen libro o viendo alguna peli o serie. O quizás es que me estoy haciendo mayor. Pero también aprendemos a valorar el tiempo que tenemos para estudiar, a exprimir cada minuto hincando codos para cumplir horas efectivas de estudio.

Aprendemos a valorar la soledad del opozulo, vivimos con ella.  Nos volvemos lobos solitarios. Y qué queréis que os diga, me he acostumbrado a esa soledad, que muchas veces la busco, la necesito, pues aunque no esté estudiando, significa que es un rato que tengo para mí misma, para ordenar mis pensamientos. Llamadme rara, puede que lo sea.

Aprendemos a relativizar. Le damos importancia a las cosas que realmente la tienen. Posiblemente antes, cualquier tontería (que en aquel momento no lo era) podía hacer que saltara. Nos conformamos con muy poco, por extraño que parezca, con un código nuevo somos felices, estrenar agenda es el acontecimiento del año y si conseguimos tener los MP pastel hacemos una fiesta. Y en mi opinión creo que es porque la oposición nos hace más humildes. Supone un esfuerzo y sacrificio que no todos están dispuestos a asumir y todo ello hace que se vean las cosas desde otra perspectiva.

Pero lo que fundamentalmente creo que nos enseña la oposición es la capacidad de trabajo y lucha que tenemos, es una prueba constante del hasta dónde podemos llegar; cada vuelta más temas, completos de casi todo el temario hasta que lo conseguimos llevar todo. Un tira y afloja con nosotros mismos. Superar baches con empeño, caídas que hacen que nos levantemos con más fuerza. En definitiva, una demostración diaria de lo que somos capaces de hacer y conseguir.

Y por eso me gustaría que echarais la vista atrás y os dierais cuenta de todo lo que habéis cambiado. De todo lo que sois capaces. ¿Quién os/nos lo iba a decir cuando empezamos?

¡Feliz Año Nuevo! Que el 2019 os traiga todo lo que deseáis y consigáis cumplir vuestros sueños.

¡Mucha suerte y ánimo!

¡Un saludo!

Entrada anterior
La MOTIVACIÓN
Entrada siguiente
Como la lista de compra
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Más artículos en nuestro Blog:

Abrir chat
1
💬 ¿Necesita ayuda?
Hola 👋
¿Puedo ayudarle?