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La curva del olvido

¡Hola a todos!

Cuando empezamos a opositar y empezamos a estudiar los temas surge el temor de no acordarnos de lo estudiado pasado el tiempo. En mi caso, al seguir el sistema de vueltas y siendo una oposición larga de muchos temas, recuerdo decirle al preparador las primeras semanas de empezar que cuando acabara la vuelta no me iba a acordar de lo estudiado habiendo pasado tantos meses (tardé ocho meses en dar la primera vuelta), su respuesta fue “tranquila, parece que no pero te acordarás, lo bien estudiado se queda. Lo que no se estudia bien en primera vuelta no lo estudiarás después porque tendrás el mismo tiempo para el doble de temas”.

Al seguir el sistema de vueltas, una vez acabada la primera, en la segunda se sube el número de temas al doble (o casi al doble), de manera que tenemos los mismos días de la semana con las mismas horas al día para el doble de temas. Y de ahí ese temor a no recordar lo estudiado meses atrás. Y aunque cada persona es diferente, os quiero hablar de la curva del olvido.

La curva del olvido ilustra la pérdida de retentiva con el tiempo. Un concepto relacionado es la intensidad del recuerdo, que indica cuánto se mantiene un contenido en el cerebro. Cuanto más intenso sea un recuerdo, más tiempo se mantiene.

La velocidad con la que olvidamos depende de diversos factores, como la dificultad de la materia (por ejemplo si es absurdo o tiene sentido), su representación y factores fisiológicos como el estrés y el sueño. El ritmo de olvido basal es prácticamente el mismo para todas las personas. La diferencia de rendimiento podría depender de qué representaciones mnemónicas hace cada individuo. Esto significa que unas personas “crean” su memoria de forma más efectiva que otras.

El estudio de la memoria y el olvido ha permitido la creación de diferentes estrategias y técnicas con el fin de que los aprendizajes se mantengan en la memoria. Para evitar los efectos observados en la curva del olvido resulta fundamental el repaso del material aprendido.

El repaso repetido de la información hace que el aprendizaje se consolide cada vez más, bajando progresivamente el nivel de pérdida de información con el tiempo. A medida que pasan las vueltas, el tiempo entre una y otra es cada vez más corto, de manera también que cada vez se repasa en menos tiempo el mismo tema, lo que permite que al final, de cara al examen, seamos capaces de cantar los temas prácticamente sin pensar en lo que estamos diciendo, hasta el punto de que un mes antes del examen seamos capaces de dar vueltas a 10 días, repasando sólo artículos. Por eso desde siempre hay un día de la semana que lo dedico a repasar temas. Y ese día no sólo me permite refrescar lo estudiado durante la semana, sino que también me permite saber y compruebo cómo de bien están estudiados, sobre todo respecto a los primeros temas de la semana ya que son los que más tiempo hace que no los toco.

Y vosotros, ¿repasáis los temas?, ¿cada cuánto lo hacéis?

¡Mucha suerte y ánimo a todos!

¡Un saludo!

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