¡Buenas tardes, Opositoras y Opositores!
Hoy publicamos nueva entrada de nuestra amiga y bloguera de Oposito pero Existo que, como el ave Fenix, resurge de sus cenizas para volver a intentar alcanzar su meta. Constancia, estudio y más constancia son fundamentales para conseguir aprobar cualquier proceso. Pero, al igual que ella, muchos de vosotros y vosotras tampoco os rendis. ¡Podemos y lo conseguiremos!
¡Hola a todos! Como ya sabéis, el examen de la oposición no fue bien y hoy quería compartir con vosotros cómo superar el suspenso, si es que se supera.
Las sensaciones no son las mismas cuando es la primera vez que nos presentamos al examen que cuando ya llevamos algo de tiempo en esto.
La primera vez que fui a examen sabía que las probabilidades de aprobar eran mínimas, llevaba poco tiempo con la oposición y no dominaba el temario. Era más bien una prueba de lo que sería el día que de verdad tuviera opciones de aprobar, pero oye, quién sabía, ¿y si sonaba la flauta? Sabía que no me iba a retirar, habíamos trabajado para aguantar la hora y defender lo que saliera. Cuando al final del día salieron las notas y no estaba en la lista, en el fondo me lo esperaba, era una mezcla de decepción por haberlo intentado y no conseguirlo y orgullo, me demostré a mí misma que podía hacerlo, había aguantado la hora, había cantado los tres civiles y el fiscal. Tenía dos años hasta la próxima convocatoria para mejorar, machacar y perfeccionar.
A medida que pasan los años, el cansancio cada vez es más frecuente y el tiempo pesa. No aprobar un examen para el que se lleva mucho tiempo estudiando es un palo más fuerte en cada convocatoria. El esfuerzo, tanto esfuerzo no tiene esa recompensa soñada y reponerse cuesta cada vez más.
Por ello creo que es fundamental tener espíritu crítico con uno mismo y ser consciente de lo que se ha hecho mal, de lo que hay que mejorar y lo que hay que cambiar en el caso de tomar la decisión de continuar con la oposición.
Y también es importantísimo descansar, pero descansar de verdad, tomarse el tiempo que sea necesario para “pasar el duelo”. El que necesite cada uno para no tener bajones frecuentemente. La preparadora me dijo que estuviera el tiempo que necesitara, un mes, dos o incluso tres, pero que descansara y desconectara de verdad para que si decidía volver, lo hiciera con ganas.
En mi caso he estado dos meses descansando, y lo he hecho hasta que el cuerpo me ha pedido estudiar otra vez, hasta que me he cansado de descansar porque necesitaba ya volver a la rutina. Creo que ésta es la única forma quizás de pasar página porque realmente considero que en esto de la oposición, un suspenso no se llega a superar del todo, el fantasma del examen, el fantasma de aquel día hace acto de presencia de vez en cuando, cada vez menos según pasa el tiempo y en el horizonte se divisa una nueva convocatoria, pero ahí está, esperando a que estemos más bajos de ánimo, preparado para aparecer.
Caerse y levantarse, superar baches, saltar piedras en el camino y hacerse más fuerte con cada convocatoria porque de eso se trata la oposición, o eso dicen.