¡Buenas noches a todos!
Hoy, en Opositas, es un gran día ya que tenemos la gran suerte de publicar la primera entrada en el Blog Opositando de nuestra alumna/amiga/instagramer a quien podréis localizar en Instagram como @retodeunaopositora.
Sus palabras, en esta primera entrada, hablan sobre la incertidumbre que todo opositor sufre cuando toma la decisión de dedicar gran parte de su vida a ello; el día a día del Opositor y sus sacrificios.
Os recomiendo su lectura pues seguro que todos os sentiréis identificados.
¡Feliz fin de semana!
¡Hola a todos!
Todo tiene un comienzo y me hice un día esta pregunta, supongo que, como todos, una primera vez.
Para mi sorpresa no había una definición clara. Busqué en los diccionarios que tengo por casa. El primero, un diccionario avanzado de la lengua española de la editorial Vox y dice literalmente con el verbo en infinitivo, opositar: hacer oposiciones a una cátedra, prebenda, empleo, etc. El segundo, de la editorial Anaya. Opositar: prepararse para unas oposiciones o presentarse a ellas.
Insatisfecha, seguí buscando y ahora en la Real Academia Española. Opositar: hacer oposiciones a un cargo o empleo. Al menos con la palabra oposición, como bien reproduce mi compañera @opositoperoexisto en el anterior post, fueron más elocuentes.
No me hice una verdadera definición de lo que es opositar hasta que me puse con ello. Aunque ya sabía, por el comentario ajeno, que debía estudiar sin descanso para presentarme a unos exámenes donde el “sálvese quien pueda” es la expresión habitual.
Pero os soy sincera y sacando a la luz mi rincón más realista, me habría gustado haber leído que opositar es regalar el tiempo a un temario para apostarlo todo a un examen. Es encontrarse a sí mismo con su interior, que no sólo se enfrenta al arduo contenido teórico, sino a las inseguridades y frustraciones. Es dedicar días, semanas, meses y años en una rutina rodeada de incertidumbre donde queda en pausa tu vida anterior personal, familiar y social. Es adquirir la facultad de olvidar el dolor que ocasiona ser egoísta cuando tienes claros tu objetivo y has de renunciar a hacer cosas que los demás no ven bien que no hagas. Es crecerte cuando no puedes dar más de ti, pero sigues prolongadas horas porque lo necesitas, aunque a tus codos le supuren las ampollas, aunque tu espalda te cruja y la silla adopte tus mil formas de sentarte. Es estar ausente cuando te habla el resto de los que te rodean que no opositan como tú y vas asintiendo con la cabeza como si estuvieras escuchando, pero en realidad estás pensando en las ganas de correr al escritorio y aprovechar cada minuto del reloj. Lo que conlleva a pensar que padeces una obsesión enfermiza que todo lo que no sea estar rodeada de folios, bolis y el temario es estar perdiendo el tiempo y hasta te sientes mal por ello. Es la capacidad de aprender a desvirtualizar aquellas tentaciones que te ofrece el mundo exterior.
Opositar se hace con tu vida, tus fuerzas, tu tiempo, tus pensamientos, tus poderes, tus pasiones, tu intelecto.
¿Cómo se puede entender que una palabra que comporta tantas emociones pueda tener un significado tan corto?
Entonces llegaron las comparaciones, ¿opositar es un virus?
Es un virus mental, físico, emocional al que retas y al que sobrevives, al que te haces inmune y más fuerte. Al que combates como a las fiebres de las epidemias y del que puedes salir victorioso. Aprendes de él, aprovechas las secuelas que te deja para convertirlas en nuevas oportunidades porque hace que te levantes otra vez con más tesón, si llegas a caer.
Por fin vas a valorar el significado del esfuerzo y vas a amar lo que haces por lo que ha costado y vas a confiar en ti mismo para siempre.
Discernirás cuáles son las verdaderas prioridades y desecharás aquellas que no merecen que ocupen un espacio de tu hábitat. Aprovecharás eficientemente el tiempo, hasta darte cuenta que tu día de veinticuatro horas ya no es el mismo que años atrás y sonreirás para tus adentros.
¿Te acuerdas de tu primer cante? ¿Tu primera memorización de artículos? ¿Recuerdas cuando leíste por primera vez el contenido del temario?
¿Has analizado ahora lo que has conseguido hasta aquí? ¿cuántas cosas hay que te suenan y temas ya fijados en tu cabeza?
Pues es el momento de que sepas, si te has hecho la misma pregunta que llegué a la conclusión que OPOSITAR es APRENDER, y aprender según la RAE es adquirir el conocimiento de algo por medio del ESTUDIO o de la EXPERIENCIA, sí, sí, aprendemos, experimentamos, opositamos.